jueves, 14 de octubre de 2010

Nací el 15 de abril de 1971, en Embajador Martini, un pueblo de 8 cuadras por 4 en el que viven alrededor de 1000 habitantes. Ubicado al norte de La Pampa, exactamente en el medio del cuadradito que se arma entre los límites de San Luis, Córdoba y el oeste de Buenos Aires. Viví allí 17 años, rodeado por 360 grados de Horizonte (casi una línea recta) o bajo la verdadera bóveda celeste, la cual nos mantenía aislados de los tumultuosos 70s. Yo creo que el pueblo entero no tenía ni idea de lo que estaba pasando por aquellos años. De trabajar el campo a la casa, siesta, eventos sociales de pueblo, incluidos los velorios, con suerte Carlos Paz en verano y eso era el mundo. Un solo canal de televisión, el oficial.
Me crié en el seno de una familia de clase media. Soy el hijo menor de 3 hermanos. Mis padres tenían como 40 cuando yo nací. Infancia/adolescencia, ingenuamente feliz, a la distancia, tragicómica, la verdad nunca me faltó nada. En el pueblo estudié acordeón, piano, danzas folclóricas, el entorno no favoreció nunca mis “inclinaciones artísticas”.
En 1989 me traslado a Buenos Aires con el proyecto de transformarme en Licenciado en Publicidad (!), esto ocurrió cinco años después. Luego, con la necesidad de crecer profesionalmente, estudio y me recibo de Director de Arte. Todo lo aprendido me resulta hoy de gran utilidad pero, gracias a la brillante labor docente de algunos profesores, logré darme cuenta que el mundo de la publicidad no era para mí. Fue en ese momento (hace ya 10 años) cuando dejé, sin poner resistencia a que el arte me abrace (o yo me abracé a él). ¡Me sentí mucho mejor!
Soy hijo de la imagen, educado mediante fotografías de dudosa reproducción y la TV, espectador de la transformación del blanco y negro al color de la TV argentina, del auge del video clip, los reality shows, las raves y el consumo de sustancias estimulantes. Fotógrafo.
Me defino como fotógrafo porque si bien me involucro con otros lenguajes como el dibujo, el sonido, el video o la instalación, generalmente mi punto de partida es el de conceptualizar el lenguaje fotográfico o alejarme rotundamente de él para mover nuevas energías, es así como me meto con la luz, el tiempo, la realidad, la mentira, la construcción, la reconstrucción, la representación, la representación de la representación, la reproductividad, el documento, el paisaje, los recuerdos, la ficción, el digital, el analógico, el papel, el movimiento, el coleccionismo. No me interesa demasiado la calidad técnica, hoy en día las cámaras sacan fotos de calidad por sí solas, me interesa mucho más las cabezas de los fotógrafos.